3 junio, 2020
El sistema inmunológico es nuestro principal aliado y barrera ante virus y bacterias. Cuando algo no funciona se manifiesta de diversas formas y los problemas se profundizan cuando ignoramos las señales que el organismo está intentando darnos.
Muchas veces el ritmo de vida actual y los problemas cotidianos nos impiden centrarnos en nosotros mismos. No nos cuidamos lo suficiente, o ni siquiera reflexionamos sobre si lo hacemos, y la vertiginosidad en la que vivimos nos hace pasar por alto determinados hábitos que refuerzan nuestras defensas, como si bebemos suficiente agua, si hemos hecho el ejercicio que deberíamos o si consumimos las vitaminas necesarias.
Todo eso repercute en nuestro sistema inmune, que es la barrera protectora de nuestro cuerpo contra enfermedades, infecciones y ataques de patógenos externos. Cuando algo no marcha correctamente se esfuerza en hacérnoslo notar de mil maneras, el problema viene cuando ignoramos las señales. El sistema inmunológico suele manifestarse de formas distintas, pero siempre con el mismo objetivo, que nos demos cuenta que está débil.
Es importante estar atentos a estos síntomas, ya que el sistema inmune será el responsable de protegernos ante diversas agresiones y de regular la totalidad del cuerpo. Algunas de las señales que pueden indicar que nuestro sistema inmunológico está débil son: sufrir infecciones urinarias frecuentes, oído, riñón o estómago, tener las encías siempre inflamadas, pasar episodios de diarrea, inflamación de órganos internos como páncreas, hígado o bazo, tener resfríos y gripe muy a menudo, sufrir dolores de cabeza constantes y mareos. También lo son tener dolor muscular y articular sin razón aparente, sentirse cansados y agotados (no solo al hacer esfuerzos, sino a primera hora de la mañana), tener heridas, rozaduras o moretones que tardan en curarse y tomar un antibiótico recetado durante varios días sin señales de mejora es también un indicador a tener en cuenta.
11 preguntas para conocer el estado de tu sistema inmune
¿Estás en peso? Debemos tener un peso sano y adecuado según nuestra edad y altura. Estar por sobre nuestro peso ideal es peligroso para nuestra salud y nos pone en riesgo de sufrir enfermedades coronarias, colesterol o diabetes, entre muchas otras. También es riesgoso estar por debajo del peso ideal y puede acarrear otra serie de patologías.
¿Controlás tu ingesta de alcohol? El consumo elevado de alcohol puede llevar al cuerpo a sufrir un proceso de inmunodeficiencia, ya que éste inhibe al sistema inmune. Además deriva en problemas de sueño y afecta a las hormonas, así como genera un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
¿Cuánto café tomás al día? Tomar un café al día no es malo. El problema es la ingesta excesiva. El café causa deshidratación y mina el sistema inmunológico.
¿Fumás? El tabaco debilita el sistema inmune y provoca mayor riesgo de padecer enfermedades respiratorias y de corazón e interfiere en los niveles de oxígeno que llega a cada parte de nuestro cuerpo. El humo del tabaco contiene más de 80 sustancias cancerígenas. Es responsable del cáncer de pulmón, boca, garganta, esófago, estómago y otros.
¿Consumís drogas? Cualquier tipo de droga, pero sobre todo si se trata de drogas duras, eleva las probabilidades de sufrir problemas cardiovasculares, asma e infecciones o enfermedades debido a que las drogas tienen un efecto inmunodepresor y neurodegenerativo muy peligroso.
¿Hacés deporte? Es evidente que el ejercicio tiene un efecto magnífico en nuestro sistema inmune. Se recomienda realizarlo al menos tres horas de deporte a la semana.
¿Tenés las vacunas al día? Estar vacunado de acuerdo con el Calendario Nacional de Vacunación mantendrá tu sistema inmune a salvo de ataques que podrían desencadenar una infección o una enfermedad grave.
¿Cuántas veces te resfrías en un año? Los resfríos son un buen termómetro de la salud de nuestro sistema inmunológico. Si nos resfriamos a menudo puede ser una señal de que tenemos un sistema inmune un tanto debilitado y debemos poner manos a la obra para remediarlo.
¿Tomás medicamentos de forma habitual? Hay medicamentos que son inmunodepresores o que pueden tener efectos secundarios importantes que agraven nuestra salud. Debemos tenerlo en cuenta y consultar si somos un paciente polimedicado.
¿Cuántas horas dormís? Es sabido que el sueño es una pieza fundamental para construir un sistema inmunológico sano, por lo que si no dormimos las horas suficientes es posible que estemos perjudicándolo sin darnos cuenta.
¿Te alimentás bien? ¿Consumís fruta y verdura a diario? ¿Bebés al menos dos litros de agua? ¿Comés pescado y carne por igual? ¿Legumbres y semillas? ¿Alejás de tu mesa grasas, fritos, azúcares refinados y el exceso de sal? Si es así, estás ayudando a su cuerpo a tener un sistema inmune fuerte. Un aliado fundamental en el fortalecimiento del sistema inmune es la alimentación, nuestra salud depende casi al 100% de lo que ingerimos. No solo porque el abuso de cierto tipo de alimentos pueda generar enfermedades o dolencias de distinto calibre, sino porque la ausencia de un grupo determinado de nutrientes, vitaminas y antioxidantes en lo que comemos también puede determinar nuestra salud. Entre los nutrientes que participan de forma directa en nuestro sistema inmunológico se destacan: las Vitaminas A, B, C y E, el Manganeso, el Beta-caroteno, el hierro, el zinc y el Selenio.
Es muy importante no ignorar estas señales, dado que cuanto más tiempo pasemos sin hacer caso del estado de nuestro sistema inmunológico más sufriremos las consecuencias, que además pueden agravarse con el correr del tiempo. De nosotros depende ayudar a tener un sistema inmune fuerte y listo para protegernos de virus y bacterias.
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Asesoró: Dr. Ernesto Crescenti (MN: 50.776). Especialista en Ginecología, Obstetricia y Cirugía General. Director del “Instituto de Inmunooncología Dr. Ernesto J.V. Crescenti”.
Acerca del Instituto de Inmuno Oncología Dr. Ernesto J. V. Crescenti: Centro médico dedicado a la atención, diagnóstico y tratamiento de pacientes con cáncer y pacientes diagnosticados con enfermedades en las cuales se presenta una alteración del sistema inmunológico.