4 julio, 2019
Las bajas temperaturas y un sistema de defensas débil pueden provocar diversos tipos de enfermedades respiratorias.
Esta época favorece la circulación de gérmenes productores de infecciones respiratorias como faringitis, laringitis, bronquitis o neumonías. El sistema inmunológico, compuesto por una red compleja de células, órganos y tejidos, es el encargado de defender al organismo ante las infecciones, como las bacterias y los virus. A través de una reacción organizada, el cuerpo ataca y destruye los organismos infecciosos que lo invaden.
Es fundamental el buen estado del sistema inmunológico para prevenir y combatir diversas enfermedades. En los cambios bruscos de temperatura el cuerpo se vuelve vulnerable a las infecciones y virus, porque debe acostumbrarse a ese cambio. Esta adaptación incluye también al sistema inmunológico, por lo que resulta importante llevar una alimentación balanceada, consumir al menos 2 litros diarios de agua, elevar el consumo de vitaminas A, C y E, reducir el estrés, dormir al menos 7 hs diarias y realizar actividad física, para mantener óptimo nuestro sistema de defensa.
Por otra parte, es necesario lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón, al toser o estornudar, cubrirse la boca y nariz con un pañuelo descartable o con el ángulo interno del codo, tirar a la basura los pañuelos descartables inmediatamente después de usarlos, ventilar los ambientes, no compartir cubiertos ni vasos, mantener limpios picaportes y objetos de uso común.
Estos procesos infecciosos pueden ser altamente riesgosos en personas con características de vulnerabilidad o enfermedades crónicas, por lo que en estos casos se deberá extremar y redoblar los cuidados para evitar complicaciones mayores.
Recomendaciones para cuidarnos de las bajas temperaturas:
En caso de presentar síntomas como dificultad para respirar, fiebre, malestar general, aceleración respiratoria, dolor torácico, entre otros, se debe realizar una consulta inmediata al médico.